El venezolano del MIT


El año pasado andaba yo explorando cómo es la aproximación de universidades extranjeras en cuanto a la enseñanza de la estadística en Ciencias Sociales. Curucuteando vía web, conseguí dar con unas presentaciones "liberadas" del Massachusetts Institute of Technology (MIT), que allá fueron utilizadas en una materia introductoria sobre el tema.

Antes que nada, tengo que decir que estaré completamente de acuerdo con quien me diga que no hay mucho que inventar sobre la transmisión de conocimientos en cuanto a la media y la varianza. Sin embargo, el prestigio del MIT es tan atronador, que yo esperaba encontrar una galería multimedia interactiva que lograra la iluminación súbita de cualquier estudiante, por desmotivado que este estuviera. Una experiencia como la de cualquier Museo de Ciencia que se respete como el Museo de Los Niños.
Sin embargo, el documento era algo bastante básico no solo en contenido, sino en formato. La realidad es que no había nada diferente a lo que les decimos a nuestros estudiantes de estadística I y II, ni el modo de decirlo.
Si usted me responde que (¡por supuesto!) el MIT no iba a colocar acceso liberado a un producto punta de lanza, también tendré que estar de acuerdo. Pero esta vez entre comillas, porque más bien yo podría entender que el MIT estuviera interesado en difundir al resto del mundo tanto su nombre como su modo de enseñanza. El hecho es que el documento de marras no significó un progreso para nuestra ciencia vernácula. Pero también es un hecho que eso me ocurre con frecuencia, tanto cuando me aproximo a investigaciones en español como cuando me acerco a textos científicos en inglés. Dicho más claro: muchas de las tesis de la UCV me parecen mejores que muchos artículos foráneos.
Si usted ha cursado postgrados fuera del país, o si tiene panas que lo han hecho, tal vez le haya ocurrido la experiencia que relataban mis amigos: la sensación de que la tasa de aprendizaje es menor que la que vivieron en nuestras maltrechas universidades criollas, especialmente en las públicas. Lo voy a decir de otro modo, para que también esto suene claro: nuestra educación universitaria es muy buena, especialmente la pública. De hecho, sorprende que sea tan buena, sin salarios, sin recursos y sin reconocimiento.
Según leo, el MIT ha producido 77 premios Nobel. Y he aquí que su nuevo director es venezolano: el profesor Rafael Reif. Y esto, sin duda, da para pensar... Y lo que mucha gente ha pensado es lo triste que es tener que emigrar para poder ser reconocido. Yo, en cambio, veo el asunto al revés: es también triste que tengan que reconocernos en un país extranjero para que nos demos cuenta de lo buenos que somos. Por ejemplo ¿se valora lo suficiente a los excelentes profesores que construyen las universidades públicas, sin salarios y sin recursos?
¿No lo nota? La meritoria carrera del profesor Reif arrancó con educación pública venezolana: la de la Universidad de Carabobo. Además: arrancó con la vapuleada educación venezolana de hace 30 años. Mis cumplidas felicitaciones al profesor Reif por su indiscutible logro. Ojalá que el MIT firme decenas de nuevos convenios con la UCV, la USB, la UC, la LUZ...
 
Fátima Dos Santos
Psicóloga Social
Presidenta de RDS in Market

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