Humanismo Universalista
El Movimiento Humanista es una
corriente de opinión formada por quienes coinciden en puntos básicos respecto
al ser humano y a la acción a desarrollar para orientar cambios positivos en el
individuo y la sociedad.
No debe confundirse al Movimiento Humanista con una institución. Por el contrario, esta corriente de opinión aspira a que los individuos, las instituciones y la sociedad se informen sobre sus propuestas y decidan acerca de la conveniencia o no de compartirlas. Por esto el Movimiento Humanista difunde abiertamente sus ideas, anima a la discusión, a la participación en instituciones ya existentes y a la creación de otras que traduzcan su punto de vista en campos específicos de acción.
La filosofía humanista se inspira en la doctrina siloísta en donde el ser humano aparece abierto al mundo, con la posibilidad de elegir sobre su propio destino.
No debe confundirse al Movimiento Humanista con una institución. Por el contrario, esta corriente de opinión aspira a que los individuos, las instituciones y la sociedad se informen sobre sus propuestas y decidan acerca de la conveniencia o no de compartirlas. Por esto el Movimiento Humanista difunde abiertamente sus ideas, anima a la discusión, a la participación en instituciones ya existentes y a la creación de otras que traduzcan su punto de vista en campos específicos de acción.
La filosofía humanista se inspira en la doctrina siloísta en donde el ser humano aparece abierto al mundo, con la posibilidad de elegir sobre su propio destino.
Puntos básicos del Movimiento Humanista
Estos seis puntos del
Humanismo constituyen para nosotros, la base de nuestra doctrina social y de
nuestro compromiso de acción en el mundo.
- Propicia la ubicación del ser humano como valor y preocupación central, de tal modo que nada esté por encima del ser humano, ni que un ser humano esté por encima de otro.
- Afirma la igualdad de todas las personas y trabaja por la superación de la simple formalidad de iguales derechos ante la ley avanzando hacia un mundo de iguales oportunidades para todos.
- Reconoce la diversidad personal y cultural afirmando las características propias de cada pueblo y condenando toda discriminación que se realice en razón de las diferencias económicas, raciales, étnicas y culturales.
- Auspicia toda tendencia al desarrollo del conocimiento por encima de las limitaciones impuestas al pensamiento por prejuicios aceptados como verdades absolutas o inmutables.
- Afirma la libertad de ideas y creencias.
- Repudia no solamente las formas de la violencia física sino todas las otras formas de violencia económica, racial, sexual, religiosa, moral y psicológica, como casos cotidianos arraigados en todas las regiones del mundo.
La propuesta Humanista rescata
la dimensión existencial, afirmando el derecho de cada ser humano de
preguntarse por el sentido de su vida.
En la filosofía humanista, el
ser humano aparece abierto al mundo, viviendo entre contradicciones impuestas y
con la posibilidad de elegir su vida, de elegir su intimidad y de elegir su
ideal social, su lucha, o su inacción. Es decir, elegir la dirección que quiere
imprimir a su vida. Por eso el tema más importante es saber si se quiere vivir y en qué condiciones hacerlo.
La participación en el Movimiento está abierta a cualquier persona, ya que cuando alguien coincide con las propuestas Humanistas puede ser parte activa de la organización y expansión del Movimiento.
La participación en el Movimiento está abierta a cualquier persona, ya que cuando alguien coincide con las propuestas Humanistas puede ser parte activa de la organización y expansión del Movimiento.
La transformación social y la transformación personal
Estas son las preocupaciones
centrales del Movimiento: la
transformación personal y la trasformación social, es decir,
cómo es que el ser humano y la sociedad pueden desarrollarse. Aquí no se
entiende a 'mi vida' como separada de lo que ocurre en el mundo, más bien lo
contrario: no hay posibilidad de que el mundo se transforme si no ocurre lo
mismo con uno mismo.
Expliquemos esos puntos brevemente. Toda persona, y esto es universal para el ser humano, aspira a ser feliz. Esto es así, pero resulta que no está claro qué cosa es eso de la felicidad. Pareciera que no es un jabón, un objeto material. Más pareciera que la felicidad es un estado, una forma de sentirse. De manera que en el Movimiento trabajamos en esa dirección, la superación del sufrimiento, con la intención de esclarecernos sobre nosotros mismos, sobre la dirección y el sentido de nuestra propia vida.
En cuanto a lo social, no pensamos que aquí las cosas sean como en la naturaleza, donde las plantas crecen con sol y agua, que están ahí quietitas, ...que si los perros, que si los gatos, que si la fuerza de la gravedad, etc., todos son fenómenos del mundo natural, con sus leyes bien estudiadas, de las que ya se sabe bastante bien cómo funcionan. En cambio, lo social es historia, va cambiado, viene cambiando y nada hace suponer que se detenga. Basta abrir algún libro de historia y ver que hubo épocas de esclavitud, de grandes imperios, de reyes y nobles, poderes religiosos, revoluciones tecnológicas… de todo. El Estado mismo es una figura bastante reciente en la historia. De manera que nada aquí se parece a la naturaleza, donde todo es siempre igual.
Expliquemos esos puntos brevemente. Toda persona, y esto es universal para el ser humano, aspira a ser feliz. Esto es así, pero resulta que no está claro qué cosa es eso de la felicidad. Pareciera que no es un jabón, un objeto material. Más pareciera que la felicidad es un estado, una forma de sentirse. De manera que en el Movimiento trabajamos en esa dirección, la superación del sufrimiento, con la intención de esclarecernos sobre nosotros mismos, sobre la dirección y el sentido de nuestra propia vida.
En cuanto a lo social, no pensamos que aquí las cosas sean como en la naturaleza, donde las plantas crecen con sol y agua, que están ahí quietitas, ...que si los perros, que si los gatos, que si la fuerza de la gravedad, etc., todos son fenómenos del mundo natural, con sus leyes bien estudiadas, de las que ya se sabe bastante bien cómo funcionan. En cambio, lo social es historia, va cambiado, viene cambiando y nada hace suponer que se detenga. Basta abrir algún libro de historia y ver que hubo épocas de esclavitud, de grandes imperios, de reyes y nobles, poderes religiosos, revoluciones tecnológicas… de todo. El Estado mismo es una figura bastante reciente en la historia. De manera que nada aquí se parece a la naturaleza, donde todo es siempre igual.
¡Y aquí es donde
empezamos a encontrarnos con conflictos!
La sociedad, que está
constituida por personas, no se organiza al servicio de esas personas. Se
organiza al servicio de otras cosas, por ejemplo del dinero, de la
multiplicación del dinero, de los buenos negocios, de la producción, o del
consumo. Y al organizarse al servicio de otros asuntos que no son las personas,
pues se produce esto de que no existen ni iguales derechos, ni iguales
oportunidades para todos. La vida queda totalmente condicionada a la situación
en la que se nace. No es lo mismo nacer en la opulencia que en la miseria; no
es lo mismo nacer con piel clara que oscura, mujer u hombre, en la gran ciudad
o en el campo. Estos 'accidentes' me facilitarán o me impedirán mi desarrollo.
Claro que esto tampoco es natural, pero lo importante es que las personas no tienen los mismos derechos y, menos
todavía, las mismas oportunidades.
Los humanistas queremos otro mundo. Queremos un mundo nuevo, al servicio de las personas. "Nada por encima del ser humano, y ningún ser humano por debajo de otro", es una idea fuerza que sintetiza muy bien este concepto.
Es tiempo de que todos los humanistas del mundo nos juntemos y nos pongamos a trabajar por un mundo nuevo. ¿Quién sino lo va a hacer? ¿Quién sino tú vas a poder resolver tus temas? ¿O acaso estamos esperando que nos toque la lotería, o que la mujer o el hombre de nuestra vida llame a nuestra puerta? O nos hacemos cargo nosotros, o nos puede ocurrir como a distintos pueblos en la historia: desaparecer de la faz de la tierra.
El Movimiento trabaja y crece en distintos campos: en lo social, en el barrio, en las escuelas, en las universidades, en los lugares de trabajo... Se expresa en lo político, en el campo de la acción social, de la cultura, el arte... El humanismo crece y se desarrolla en diferentes culturas y continentes. El Movimiento es no-violento y no-discriminatorio. Todas nuestras actividades tienen por centro a las personas y el objetivo de seguir construyendo una gran fuerza social internacional.
Esta es la invitación que tenemos para hacerte.
Si crees que ya está todo terminado, que no es posible una sociedad justa; si ya casi no quieres hablar con otros, si prefieres quedarte encerrado en casa esperando que algo pase., entonces esto no es para ti.
Si sientes que ya está bien, que es hora de tomar la sartén por el mango, de tomar tu vida en tus manos, que no es posible un desarrollo si no es de todos y para todos , si sospechas que eres mucho más que un número o una hormiga, si sientes que la fuerza de todo está en la gente y que no puede continuar la monstruosidad de un mundo antihumanista, éste es el intento que vale la pena vivir porque es la continuación de las mejores aspiraciones de la gente buena que nos ha precedido. Es el intento que vale la pena vivir porque es el antecedente de las futuras generaciones que transformarán al mundo.
Los humanistas queremos otro mundo. Queremos un mundo nuevo, al servicio de las personas. "Nada por encima del ser humano, y ningún ser humano por debajo de otro", es una idea fuerza que sintetiza muy bien este concepto.
Es tiempo de que todos los humanistas del mundo nos juntemos y nos pongamos a trabajar por un mundo nuevo. ¿Quién sino lo va a hacer? ¿Quién sino tú vas a poder resolver tus temas? ¿O acaso estamos esperando que nos toque la lotería, o que la mujer o el hombre de nuestra vida llame a nuestra puerta? O nos hacemos cargo nosotros, o nos puede ocurrir como a distintos pueblos en la historia: desaparecer de la faz de la tierra.
El Movimiento trabaja y crece en distintos campos: en lo social, en el barrio, en las escuelas, en las universidades, en los lugares de trabajo... Se expresa en lo político, en el campo de la acción social, de la cultura, el arte... El humanismo crece y se desarrolla en diferentes culturas y continentes. El Movimiento es no-violento y no-discriminatorio. Todas nuestras actividades tienen por centro a las personas y el objetivo de seguir construyendo una gran fuerza social internacional.
Esta es la invitación que tenemos para hacerte.
Si crees que ya está todo terminado, que no es posible una sociedad justa; si ya casi no quieres hablar con otros, si prefieres quedarte encerrado en casa esperando que algo pase., entonces esto no es para ti.
Si sientes que ya está bien, que es hora de tomar la sartén por el mango, de tomar tu vida en tus manos, que no es posible un desarrollo si no es de todos y para todos , si sospechas que eres mucho más que un número o una hormiga, si sientes que la fuerza de todo está en la gente y que no puede continuar la monstruosidad de un mundo antihumanista, éste es el intento que vale la pena vivir porque es la continuación de las mejores aspiraciones de la gente buena que nos ha precedido. Es el intento que vale la pena vivir porque es el antecedente de las futuras generaciones que transformarán al mundo.
El ser humano
El Movimiento basa su
concepción en el pensamiento Siloísta, cuyos puntos principales son los
siguientes:
|
No bastará decir “el hombre es
el animal social”, porque otros animales también lo son. Será incompleto
definirlo como fabricantes de objetos, poseedor de lenguaje, etc. En la
doctrina Siloísta, el hombre es el ser
histórico, cuyo modo de acción social, transforma a su propia naturaleza.
Reconociendo que todo ser humano se encuentra en situación y que esta situación se da en el mundo de lo natural (cuyo exponente más inmediato es el propio cuerpo), al par que en el mundo social; reconociendo las condiciones de opresión que algunos han establecido al apropiarse del todo social, se desprende una ética de la libertad; un compromiso querido de lucha no sólo contra las condiciones que me provocan dolor y sufrimiento, sino que le provocan a otros. Porque la opresión a cualquier ser humano, es también mi opresión. Su sufrimiento es el mío y mi lucha es contra el sufrimiento y aquello que lo provoca.
Reconociendo que todo ser humano se encuentra en situación y que esta situación se da en el mundo de lo natural (cuyo exponente más inmediato es el propio cuerpo), al par que en el mundo social; reconociendo las condiciones de opresión que algunos han establecido al apropiarse del todo social, se desprende una ética de la libertad; un compromiso querido de lucha no sólo contra las condiciones que me provocan dolor y sufrimiento, sino que le provocan a otros. Porque la opresión a cualquier ser humano, es también mi opresión. Su sufrimiento es el mío y mi lucha es contra el sufrimiento y aquello que lo provoca.
Fuente: Movimiento Humanista: http://idd00qaa.eresmas.net/movimientohumanista/
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