Descubrieron en Petare lápida de prima del mariscal Sucre
Puertas adentro se develó el secreto. Bajo capas de concreto, lozas y misterios se descubrió una lápida que data de 1795, en la iglesia Dulce Nombre de Jesús en el casco histórico de Petare. Se trata de la sepultura de Serafina del Pozo y Sucre, prima del mariscal Antonio José de Sucre, de acuerdo con investigaciones preliminares.
Si bien su nombre no resuena en el imaginario colectivo, el árbol genealógico la ubica en una posición influyente, pues de ella derivaron dos grandes poderes del Petare colonial, el civil y el religioso, en la figura de sus descendientes.
Serafina del Pozo y Sucre fue madre del párroco y regidor de la época, y la placa con su nombre fue descubierta en noviembre por un obrero que participa en los trabajos de rehabilitación del templo.
Como cualquier mañana, Giovanni Subero retiraba lozas de la estructura para cambiarlas por otras piezas, cuando su mano tropezó con una roca más dura de lo normal.
"En principio dudé, pero jamás imaginé que podría tratarse de una lápida. En ningún momento el ingeniero residente o el arquitecto restaurador nos advirtió que podríamos encontrar algo así. En ese momento estaba sacando los pedazos dañados para restituirlos por lozas nuevas. Ahí es cuando descubro la lápida.
Salí corriendo para informarle a los compañeros".
Como si tratara de una aparición, Subero se sorprendió por semejante hallazgo. Sin quererlo, develó una leyenda urbana enterrada por más de 200 años. "En 15 años de oficio jamás imaginé que esto me ocurriría. Mucho menos pensé descubrir la lápida de la prima de Antonio José de Sucre. La verdad es que me asusté mucho y esa noche no podía dormir. Tanto así que al día siguiente le prendí una vela a la señora. Ahora mi deber es pulir la placa para que sea exhibida una vez que termine la reparación del templo".
Coromoto Méndez, cronista de Petare, recrea más detalles sobre el curioso personaje. "Doña Serafina del Pozo era una persona muy influyente.
También fue bisabuela de Juan Pablo de Manrique, arquitecto del régimen guzmancista. Esas personas que antes eran enterradas en los templos, además de personajes religiosos, eran benefactores de la Iglesia y tenían un linaje familiar importantísimo. Todas esas cualidades se reunieron en Serafina del Pozo y Sucre, madre del regidor y del párroco. Así lo determinó la investigación del arquitecto restaurador Luis Guillermo Marcano y del historiador Orlando Marín, quien cotejó sus datos en el Palacio Arzobispal. Ellos establecieron que se trata de la prima segunda del mariscal".
Ubicación privilegiada.
Sin embargo, no todo está dicho.
Otro manto de misterio se cierne sobre el hallazgo: su ubicación, justo al pie del altar, en el pasillo que conduce al Santísimo, es el lugar donde, una vez consagrada la hostia en el cuerpo de Cristo, comulgan los feligreses como acto de fe.
"Parece que no hay una justificación muy clara sobre la razón por la que la lápida de doña Serafina está en un punto tan privilegiado. No conozco datos sobre personas que, sin tener relación directa con la Iglesia, hayan sido sepultadas tan cerca del altar mayor, pues esas lápidas suelen colocarse en capillas menores dentro del templo", señaló el arquitecto Francisco Paúl, asesor urbano de la Fundación José Ángel Lamas.
Una mujer cercana al poder religioso y político
Si bien su nombre no resuena en el imaginario colectivo, el árbol genealógico la ubica en una posición influyente, pues de ella derivaron dos grandes poderes del Petare colonial, el civil y el religioso, en la figura de sus descendientes.
Serafina del Pozo y Sucre fue madre del párroco y regidor de la época, y la placa con su nombre fue descubierta en noviembre por un obrero que participa en los trabajos de rehabilitación del templo.
Como cualquier mañana, Giovanni Subero retiraba lozas de la estructura para cambiarlas por otras piezas, cuando su mano tropezó con una roca más dura de lo normal.
"En principio dudé, pero jamás imaginé que podría tratarse de una lápida. En ningún momento el ingeniero residente o el arquitecto restaurador nos advirtió que podríamos encontrar algo así. En ese momento estaba sacando los pedazos dañados para restituirlos por lozas nuevas. Ahí es cuando descubro la lápida.
Salí corriendo para informarle a los compañeros".
Como si tratara de una aparición, Subero se sorprendió por semejante hallazgo. Sin quererlo, develó una leyenda urbana enterrada por más de 200 años. "En 15 años de oficio jamás imaginé que esto me ocurriría. Mucho menos pensé descubrir la lápida de la prima de Antonio José de Sucre. La verdad es que me asusté mucho y esa noche no podía dormir. Tanto así que al día siguiente le prendí una vela a la señora. Ahora mi deber es pulir la placa para que sea exhibida una vez que termine la reparación del templo".
Coromoto Méndez, cronista de Petare, recrea más detalles sobre el curioso personaje. "Doña Serafina del Pozo era una persona muy influyente.
También fue bisabuela de Juan Pablo de Manrique, arquitecto del régimen guzmancista. Esas personas que antes eran enterradas en los templos, además de personajes religiosos, eran benefactores de la Iglesia y tenían un linaje familiar importantísimo. Todas esas cualidades se reunieron en Serafina del Pozo y Sucre, madre del regidor y del párroco. Así lo determinó la investigación del arquitecto restaurador Luis Guillermo Marcano y del historiador Orlando Marín, quien cotejó sus datos en el Palacio Arzobispal. Ellos establecieron que se trata de la prima segunda del mariscal".
Ubicación privilegiada.
Sin embargo, no todo está dicho.
Otro manto de misterio se cierne sobre el hallazgo: su ubicación, justo al pie del altar, en el pasillo que conduce al Santísimo, es el lugar donde, una vez consagrada la hostia en el cuerpo de Cristo, comulgan los feligreses como acto de fe.
"Parece que no hay una justificación muy clara sobre la razón por la que la lápida de doña Serafina está en un punto tan privilegiado. No conozco datos sobre personas que, sin tener relación directa con la Iglesia, hayan sido sepultadas tan cerca del altar mayor, pues esas lápidas suelen colocarse en capillas menores dentro del templo", señaló el arquitecto Francisco Paúl, asesor urbano de la Fundación José Ángel Lamas.
Una mujer cercana al poder religioso y político
La jefa de la División Cultural de Fundalamas, Deyanira Méndez, asoma otras interpretaciones sobre el personaje a quien se refiere la lápida en el templo petareño. "No sólo guardaba vinculación con el poder religioso, Serafina del Pozo y Sucre también tenía relación con el poder político.
Recordemos que ella fue la madre del regidor Antonio Xedler, quien luego promovió la transformación de esa antigua capilla, juntocon otros terratenientes de importante peso económico en la época. Por eso no dudo que esa sea la razón de la ubicación de la lápida de quien también fue progenitora del párroco de esa misma iglesia, José María Xedler".
El alcalde de Sucre, Carlos Ocariz, recibió con agrado la noticia. "Me parece valiosísimo que se haya descubierto una reliquia tan importante, la más antigua de la iglesia Dulce Nombre de Jesús. Ese hallazgo está directamente relacionado con la reparación de la estructura y de las obras de arte, que estamos ejecutando junto con la Gobernación de Miranda. Es un gusto saber que esa placa está relacionada con una pariente del mariscal Antonio José de Sucre, cuyo nombre bautiza nuestro municipio", indicó el mandatario.
Alex Ojeda, presidente de Fundalamas, indicó que para febrero de 2013, aproximadamente, será entregada la obra a la comunidad.
Acotó que la reliquia será trasladada a otro punto para exhibirla a los creyentes y aclaró que el cuerpo de Serafina del Pozo y Sucre no permanece en el templo. Se presume que fue sacado en alguna de las intervenciones que ha tenido el edificio.
Recordemos que ella fue la madre del regidor Antonio Xedler, quien luego promovió la transformación de esa antigua capilla, juntocon otros terratenientes de importante peso económico en la época. Por eso no dudo que esa sea la razón de la ubicación de la lápida de quien también fue progenitora del párroco de esa misma iglesia, José María Xedler".
El alcalde de Sucre, Carlos Ocariz, recibió con agrado la noticia. "Me parece valiosísimo que se haya descubierto una reliquia tan importante, la más antigua de la iglesia Dulce Nombre de Jesús. Ese hallazgo está directamente relacionado con la reparación de la estructura y de las obras de arte, que estamos ejecutando junto con la Gobernación de Miranda. Es un gusto saber que esa placa está relacionada con una pariente del mariscal Antonio José de Sucre, cuyo nombre bautiza nuestro municipio", indicó el mandatario.
Alex Ojeda, presidente de Fundalamas, indicó que para febrero de 2013, aproximadamente, será entregada la obra a la comunidad.
Acotó que la reliquia será trasladada a otro punto para exhibirla a los creyentes y aclaró que el cuerpo de Serafina del Pozo y Sucre no permanece en el templo. Se presume que fue sacado en alguna de las intervenciones que ha tenido el edificio.
DANIEL PALACIOS YBARRA dpalacios@el-nacional.com |
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