Venezuela y Brasil
Para un músico no hay nada mejor que tocar, quizá la otra cara de esa moneda sea escuchar buena música y si es en vivo mejor. Dos razones para estar feliz, estuve tocando mucho y además escuchando a otros hacerlo.
Por razones diversas en los últimos tiempos me tengo que ocupar de muchas cosas que me alejan de la experiencia de tocar en público con la frecuencia que quisiera, por eso cuando viene una gira siempre se que me daré ese gusto, un intensivo de conciertos y ensayos que me devuelven a la raíz del oficio: el goce de producir sonidos.
Acabamos de regresar de Brasil en donde estuvimos conmemorando el Bicentenario con Caracas Sincrónica y Luisana Pérez, gracias a los buenos oficios del equipo de trabajo de nuestra Embajada en Brasil se organizó una gira que incluyo conciertos en Sao Paulo y Brasilia así como la presencia de nuestro cultura tradicional y gastronómica, ya que se realizó el montaje de una exposición de muñecas a cargo de un personaje mágico de Cerezal la Señora Amada Rojas Vargas quien llevo sus cantos y sus creaciones, y del chef Eduardo Castañeda quien deleito a los asistentes con su propuesta.
Fueron días de intenso trabajo y de regocijo por la posibilidad de difundir nuestro patrimonio cultural y nuestro trabajo. Tocamos en el Memorial de América Latina en Sao Paulo y en el teatro de la Caixa en Brasilia , además realizamos dos presentaciones en locales nocturnos en donde se ejecuta música en vivo el Feitico Mineiro y El Caribeño, teniendo así la oportunidad de entrar en contacto con otro tipo de público.
Llevamos un repertorio variado y el público pudo apreciar la hermosa voz de Luisana cantando su primer disco, un trabajo excelente que reúne talentosos músicos bajo la dirección de Javier Marín, arreglos modernos, conocimiento de la música venezolana y composiciones recientes de diversos compositores permiten ofrecer una propuesta solida y con mucho tumba'o venezolano. Estén pendientes de ese disco que a mi juicio será uno de los mejores de este año.
Por razones diversas en los últimos tiempos me tengo que ocupar de muchas cosas que me alejan de la experiencia de tocar en público con la frecuencia que quisiera, por eso cuando viene una gira siempre se que me daré ese gusto, un intensivo de conciertos y ensayos que me devuelven a la raíz del oficio: el goce de producir sonidos.
Acabamos de regresar de Brasil en donde estuvimos conmemorando el Bicentenario con Caracas Sincrónica y Luisana Pérez, gracias a los buenos oficios del equipo de trabajo de nuestra Embajada en Brasil se organizó una gira que incluyo conciertos en Sao Paulo y Brasilia así como la presencia de nuestro cultura tradicional y gastronómica, ya que se realizó el montaje de una exposición de muñecas a cargo de un personaje mágico de Cerezal la Señora Amada Rojas Vargas quien llevo sus cantos y sus creaciones, y del chef Eduardo Castañeda quien deleito a los asistentes con su propuesta.
Fueron días de intenso trabajo y de regocijo por la posibilidad de difundir nuestro patrimonio cultural y nuestro trabajo. Tocamos en el Memorial de América Latina en Sao Paulo y en el teatro de la Caixa en Brasilia , además realizamos dos presentaciones en locales nocturnos en donde se ejecuta música en vivo el Feitico Mineiro y El Caribeño, teniendo así la oportunidad de entrar en contacto con otro tipo de público.
Llevamos un repertorio variado y el público pudo apreciar la hermosa voz de Luisana cantando su primer disco, un trabajo excelente que reúne talentosos músicos bajo la dirección de Javier Marín, arreglos modernos, conocimiento de la música venezolana y composiciones recientes de diversos compositores permiten ofrecer una propuesta solida y con mucho tumba'o venezolano. Estén pendientes de ese disco que a mi juicio será uno de los mejores de este año.
La segunda parte del concierto estaba a cargo de Caracas Sincrónica con quienes hicimos música de El Agridulce, Zafarafa y Tabara. Es difícil para mi emitir conceptos elogiosos sobre un grupo del que formo parte, sin embargo puedo decir que en Brasil comprobé la solvencia y la versatilidad de los sincrónicos, la originalidad de nuestro sonido y la alegría que está música produce en la gente, así que me doy por servido con señalarles eso.
Para el cierre interpretamos entre todos unos temas tradicionales, en algunos casos una fulía, en otros una parranda y en otros un golpe de tambor para recordar de donde vinimos.
Por las reacciones del público y la convocatoria me atrevo a decir que logramos nuestro objetivo y el de la embajada de poner a los asistentes en contacto directo con nuestra cultura, Brasil es un gigante volcado sobre sí mismo, con un acendrado regionalismo y una actividad cultural y comercial intensa, la conmemoración del Bicentenario nos permitió llevar una muestra interesante y contundente para acercarlos a lo que somos, a nuestros cultores y artesanos, a nuestra gastronomía y ese poderoso camino hacia el corazón que es nuestra música.
Además de dar, recibimos. Quiero comentarles dos aspectos de un mismo asunto, se escucha música en vivo en los locales. Los sábados por ejemplo hay muchos grupos tocando MPB por doquier, la gente se instala a comer, beber y en algunos casos bailar su música: choros, pagodes, sambas, bahiao, bossa nova. En espacios de todos los niveles y para todos los bolsillos desde el costoso Bar Brama en donde la entrada cuesta alrededor de $20 hasta sitios que tienen un mostrador hacia la calle delante del cual se colocan los músicos, como si usted estuviera caminando por el centro de Caracas y se consiguiera a unos músicos tocando en la parte de afuera de una venta de empanadas.
El otro aspecto es la existencia de los clubes de choros que hay en diversas ciudades en donde la gente va a escuchar trabajos personales y la música es protagonista, se cobra entrada, también se bebe y se come pero se va a escuchar música. Un espacio sencillo, sin pretensiones pero con una buena tarima, un excelente sonido y un sistema de luces, la asistencia puedo rondar entre las 150 y 200 personas, disfrutando de sus artistas, apoyándolos. La pasé muy bien allí pero no podía dejar de pensar que en mi ciudad... ¡no había un sólo espacio como ese!
Mi agradecimientos a los amigos que hicieron posible nuestro presencia allá , ustedes saben que se les quiere y se les respeta por el trabajo serio que realizan y por aquí continuaremos trabajando en la difusión de la música venezolana. ¡Obrigado !
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